
La pandemia de COVID-19 se ha asociado con un incremento de factores de riesgo psicosociales, como son el aislamiento y la violencia intrafamiliar, la pobreza, el hacinamiento y el abuso de nuevas tecnologías.
El confinamiento ha tenido repercusiones negativas sobre su salud mental y física, como la depresión y la ansiedad. Actualmente vemos el efecto en el desarrollo de los menores por el cierre de las escuelas, la limitación de las relaciones con iguales, la imposibilidad de realizar actividad física en el exterior y la pérdida de hábitos saludables de vida.
Preservar los derechos de las niñas y los niños, su salud mental y su desarrollo integral, sin poner en riesgo la salud de la comunidad, es un reto social en el que nosotros podemos colaborar.
Casa Victoria es un entorno seguro y gratuito, con los protocolos adecuados, donde niños y adolescentes pueden tener espacios de socialización, actividad física y salud mental a través de clubes de arte y actividades manuales.